Por su alcance y trascendencia, el planteamiento de un ERE es una de las mayores decisiones que un sindicato puede verse obligado a afrontar.
Tras manifestar la empresa la presentación el 25 de mayo de un ERE, desde UGT nos enfrentamos a esta situación debiendo adoptar una postura que defienda las necesidades e intereses de los trabajadores/as en un entorno nada favorable y viciado por los intereses de quienes pretenden utilizar este asunto laboral como arma arrojadiza en la arena política.
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Las condiciones de UGT, que venimos expresando desde febrero de 2010, pasan por una justificación de la medida, un plan de acompañamiento que garantice viabilidad, empleabilidad y estabilidad futura en todas las provincias a la plantilla que permaneciese en la empresa y, por supuesto, que el ERE se ajuste, como en los acuerdos anteriormente firmados por nuestra organización, a las premisas de universalidad, no discriminación y voluntariedad.
Partiendo de esa base, el posible acuerdo debe contemplar el futuro efecto de las posibles modificaciones legislativas en materia de pensiones, actualmente en discusión, e introducir medidas que puedan paliar el impacto social del expediente en el actual contexto de nuestro país, como pudiera ser una creación de empleo netamente superior a la establecida en anteriores planes de acompañamiento.
Igualmente no podemos obviar que estamos inmersos en plena negociación de un convenio colectivo decisivo ante el actual entorno económico y laboral de nuestro país, por lo que para UGT ambas situaciones deben complementarse tanto en su duración, de cinco años como mínimo, como en garantías, resultados positivos y derechos, formando un todo para el presente, y sobre todo, para el futuro, en el que necesariamente ha de contemplarse la integración de Móviles.
Por coherencia con el pasado, y por responsabilidad hacia el futuro, UGT está dispuesta a abordar la negociación del ERE presentado, desde el diálogo, el respeto a las partes y con el objetivo de propiciar un consenso, en el convencimiento de que en estos momentos es preciso resolver una situación compleja, difícil y crucial para todos los trabajadores/as de Telefónica de España.
